viernes, 30 de noviembre de 2007

Mañana puede ser un gran día...duro con él

Lo que viene, lo que viene...en Escrito en el Aire. Hoy tuvimos un día extraordinario. Apenas abrimos párpados nos encontramos con la publicación 23, que en su Insert Rosario, el periodista Aldo Marinozzi se explaya largo y tendido sobre nosotros, lo que nos llena de orgullo, un abrazo para él (mañana las fotos). Luego, promediando la tardecita, el amigo Osvaldo Noval nos mandó las cámaras de Cablevisión e hicimos una nota, corta pero alucinante. Más tarde nos atendió en el Centro Cultural Parque de España una rubia muy simpática que nos despejó todas las dudas para el evento de mañana. Llevamos el vino, está la promotora, contratamos las copas, reservamos el copetín, hablamos con los músicos, bue....está todo dicho. Los esperamos mañana desde las 20 (por las dudas, vengan comidos). Ropa informal, es entre amigos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Gracias Notiexpress



Gracias a la periodista Melina Torres por la nota en el semanario Notiexpress. La verdad, muy buena onda, gracias. La nota completa:
Escrito en el Aire
Cámara testigo
En la ciudad hay rastros y huellas que quedan en el aire, sobrevolándonos; tipografías y carteles que nos habitan y son un fragmento de nuestra cotidianeidad. Con esa premisa, Guillermo Buelga y Juan Manuel Alonso salieron a “andar” la ciudad y tomaron testimonio de esa urbe signada por letristas anónimos, tipógrafos, calígrafos y pintores. Parte de ese trabajo se puede apreciar en Escrito en el Aire, libro que se presentará el sábado a las 20 en el Centro Cultural Parque de España. “Empezamos a ver los contrastes entre la ciudad nueva y la ciudad del oficio, la otra ciudad: comenzamos a caminar y a descubrir todos esos carteles alucinantes. Con las fotografías obtenidas, definimos una estrategia pensando registros y tratando de catalogar; y fue así como quedaron los carteles. Después excluimos lo que fuera marcas y la gráfica digital y/o rotulada. Nos concentramos en gráfica y escrituras, que era más nuestra materia entendida”, afirma Buelga. El libro está dividido en capítulos según el soporte y las tipografías. Su lectura es un re-encuentro con los carteles con los que nos topamos tantas veces y un encuentro con los que nuestra mirada no se ha tropezado. “La parte de recorrido –comenta Buelga- es como el aderezo del libro, son historias que nos parecían que no podían quedar afuera”.
Un libro para que uno se vuelva paseante y salga a rastrear aquellos carteles que a nosotros también nos marcan..




miércoles, 28 de noviembre de 2007

Cola interminable para conseguir un libro


Escrito en el Aire es un éxito y la prensa rosarina apoya el proyecto. Mañana salimos en Notiexpress y el viernes en 23 Rosario. La gente acompaña y no ve la hora de que el libro esté en la calle. Ansiosa por la presentación, la urbe hace interminables colas en pos de conseguir un ejemplar.

Encargá el tuyo, Chávez ya lo tiene


Escrito en el Aire es cosa seria y llegó a Venezuela. Antes que se venga el quilombo, el presidente de ese país encargó un ejemplar del libro y ya lo tiene con él en su despacho. Pedí el tuyo a libros@escritoenelaire.com.ar

lunes, 26 de noviembre de 2007

Con aroma a café


Gracias a nuestros amigos colombianos de Arte Dinámico por publicarnos en su web. Un abrazo grande a Edison Bedoya Morales por la gauchada y la buena onda.

Un Ciudadano ejemplar



Hoy lunes salimos en la sección Cultura del Diario El Ciudadano. Gracias Pablo Makovsky por la buena onda.
La nota completa.

Imágenes urbanas
Ciudad letrada
“Escrito en el aire”, un libro de fotos de dos diseñadores gráficos que releva tipografías de distintos recorridos de la ciudad

A mediados del siglo XVI el tipógrafo Claude Garamond rescató las viejas tipografías romanas convencido de que en esos tipos con serifs (esos palitos que sobresalen donde termina la línea de cada letra) podía refulgir algo de la historia de las tipografías usadas en un texto. Las fuentes que hoy llevan su nombre y pueden encontrarse en el listado de cualquier computadora hogareña fueron en principio un modo de reaccionar ante las páginas cargadas y floridas del medioevo y el barroco. Para los iniciados, Garamond señala un momento preciso en el que alguien se enfrentó a un texto escrito, leyó y agregó algo con su escritura misma.
Juan Manuel Alonso y Guillermo Buelga, dos diseñadores gráficos, encararon en Rosario lo que ellos llaman un relevamiento de escrituras de la ciudad a través de unas 1.500 fotografías que tomaron entre enero y abril de 2004. Trabajo por el que en muchas oportunidades fueron corridos por los dueños de los carteles retratados, que veían en estas personas armadas de una cámara a dos potenciales delatores municipales. El resultado de esas corridas es Escrito en el aire, un libro que recoge esas imágenes, textos y crónicas del trabajo, impreso por los autores a través de un subsidio obtenido tras ganar el concurso Cultura Joven 2005. El volumen se presenta el próximo sábado a las 19 en el centro cultural Parque de España (Sarmiento y el río).
Una primera mirada al proyecto podría hacer pensar en un canto de alabanza a las viejas técnicas artesanales del diseño, en la reivindicación de la “mano” del diseñador. Pero no es eso lo que interesaba a Alonso y a Buelga. “Me preguntaba –dice Alonso–: ¿nos va a gustar el logo del correo o de la telefónica dentro de 50 o 60 años? Porque creo que los nuevos carteles no van a tener la misma posibilidad de belleza que los viejos”. La belleza, eso que la escritura muestra a través de un velo, es el tema del libro.
Entonces, no se trata de ponderar las virtudes de los carteles artesanales de los años idos, sino de señalar en esos trabajos una cualidad que los diferencia de los actuales, de la “rotulación digital”, según el término que prefiere Buelga. Básicamente, Alonso señala una conciencia y unas necesidades muy distintas a la hora de realizar la publicidad de marcas y firmas de antes y del presente. “Los carteles de ahora tienen un fin tan claro e imperioso en torno a la cuestión del mercado que su atractivo no va a durar lo mismo que los otros, hechos para marcar su presencia en la cuadra”. Esta presencia, donde queda el rastro de un individuo que quiere diferenciarse y en ello reside su estrategia de mercado, es también una distancia con respecto a la urgencia de la venta, eso es lo que se escribe.
Escrito en el aire está dividido en once capítulos (Vidrio, Clubes, Neón, Pared, Pizarrón, etcétera), según el soporte y las características de las tipografías, el lugar de pertenencia y el itinerario que hicieron los compiladores para dar con algunas figuras que alcanzaron ya ese punto místico en el que su brillo se hace más intenso por la inminencia de su desaparición: “La vidriera –anota el cronista en la entrada de «de Estilo»– de una joyería ofrece unos pocos relojes y pequeños objetos de plástico o de vidrio, souvenirs, regalitos coloridos para repisa, esa miríada de cosas que acumulamos a lo largo de nuestras vidas, tan a la vez insignificantes e inolvidables, pero que en el escaparate que se ralea parecen cada vez más desvalidas”.
Alonso y Buelga reconocen que también hay en su tarea un “canto de alabanza”, pero es a un mundo menos competitivo. Porque, tal como observan: “En 60 años los diseñadores enseñaron al dueño de un comercio la importancia de armar una marca y esa misma conciencia los incapacita para producir un objeto más bello. Que pueda fundirse, mimetizarse con el paisaje, armar una trama. De modo que está el cartel y por otro lado la ciudad”.

Es una Señal



Gracias a Lizzi Smile por la contratapa de Señales del domingo pasado, un beso grande.
La nota completa
Gráfica] - imágenes y letreros de Rosario
La ciudad en retirada
Juan Manuel Alonso y Guillermo Buelga presentan una notable investigación sobre carteles callejeros

A primera vista Escrito en el Aire es un libro sobre carteles. De chapa, vidrio, neón, en la pared, con estilo, en el pizarrón o con volumen. Pero a medida que se avanza en el entramado de imágenes y textos otra visión conmueve, la de la ciudad en retirada. Esa de los negocios que anuncian desde un discurso social que las grandes marcas parecen tapar.Bares, pizzerías, tintorerías, clubes, talleres mecánicos, venta de huevos, repuestos, prohibiciones varias, los carteles aparecen como simpáticos personajes pero recubiertos con halo de cierto drama épico. Los autores de este libro son Juan Manuel Alonso y Guillermo Buelga y capturaron las imágenes entre febrero y junio de 2001. Ambos trabajan en gráfica y en total registraron 1.500 fotografías de las que se publicaron unas 300.“El proyecto nació como una inquietud por «catalogar» imágenes. Después hubo una etapa en que el libro era lo más firme. Pero a medida que iba creciendo, empezamos a publicarlo en varios lugares y de formas diferentes. En páginas web, revistas, muestras”, explica Buelga. A lo que Alonso suma: “La sucesión de fotos, al menos como posibilidad, se vuelve panorámica; esto recompone, esperamos, aquella sensación extendida en el paisaje, una sensación que no depende de un objeto en particular sino que se arma en la acumulación”.Sin dudas descubrir de qué hablan los carteles se torna un desafío interesante. “Ese es el tema, que hablan —advierte Alonso—, y lo que dicen no es precisamente lo que está escrito en ellos. Indicar qué dicen exactamente no sería posible; en definitiva cada uno entabla con las «cosas» sus propias relaciones. Sin embargo su discurso, que refiere una notoria carencia de expectativas estratégicas, parece sugerir que su encanto reside en esa inmediatez. Como si objetos hechos sin demasiadas ansias pero también sin temores fueran más aptos para crear un diálogo en y con la ciudad”.En www.escritoenelaire.com.ar puede recrearse parte del recorrido propuesto, y, claro, empezar a dialogar con esa ciudad en retirada.Escrito en el aire se presentará el próximo 1º de diciembre, a las 20, en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río Paraná).

viernes, 23 de noviembre de 2007

jueves, 22 de noviembre de 2007

Gracias a Graf


Gracias a los chicos de la revista Graf por incluirnos en su Newsletter de noviembre.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Se viene la presentación



Gente linda, el 1º de diciembre, desde las 20 en las galerías del Centro Cultural Parque de España, vinito mediante, los esperamos a todos. Dense un vuelta, beban una uva y compren un librito. Gracias por estar.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Es una señal


Gracias a la gente de Señales por nombrarnos en sus páginas...Aguanten, esperen, ya llegan las invitaciones y la prensa masiva.


La nota dice:

[revistas] - Transatlántico El periódico del Parque España

“La ciudad, de algún modo, la conocía un poco. Sin haberla pisado nunca, sin recordar demasiado las películas con ambiente barcelonés, tampoco. Un motivo era claro: vi sobre todo sudacas, empezando por mi hermano, y siguiendo con una serie de amigos que viven allí. (...) Pero inevitablemente no es sólo eso: es la ciudad. ¿Cómo decirlo? Tiene algo rioplatense y, diré más, litoraleño. Digamos la palabra por fin: algo de Rosario. Pero agrego en seguida: algo de porteño también”, dice Elvio E. Gandolfo, en “Barcelona de paso” una crónica que publica el segundo número de Transatlántico, la nueva revista del Centro Cultural Parque de España.La revista se abre con “El listado de 1990 y otras notas rosarinas”, de Juan Manuel Alonso, y fotografías de Alonso y Guillermo Buelga, e incluye además artículos de Rafael Cippolini sobre el curador cubano Gerardo Mosquera, de Cecilia Vallina sobre el artista Antoni Muntadas y de María Moreno en torno al género de la crónica. Además hay textos de Gabriela Saccone, Fabián Casas y Milton Hatoum, poemas de Fabio Morábito y una historieta de Max Cachimba.