martes, 20 de enero de 2009

Eduardo López, el feo


Eduardo López, el feo

Por O. Bazán
14.01.2009

-Quiero ser periodista –dije y no tenía más de cinco años.-¡Qué vas a ser periodista, vos! Si en el pueblo nunca vimos uno de cerca –dijo papá.Tenía razón.En el pueblo había dos almaceneros, dos panaderos, el del banco, el del ferrocarril, el jefe de correos y las maestras. También estaba él, que era fotógrafo. Había un cura, una puta, muchos chacareros, varios albañiles, un médico. Pero periodistas no había.-Quiero ser periodista –dije y no tenía más de cinco años. -¡Qué vas a ser periodista, vos! Si en el pueblo nunca vimos uno de cerca –dijo papá. Tenía razón.En el pueblo había dos almaceneros, dos panaderos, el del banco, el del ferrocarril, el jefe de correos y las maestras. También estaba él, que era fotógrafo. Había un cura, una puta, muchos chacareros, varios albañiles, un médico.Pero periodistas no había.No sé de dónde lo saqué, pero yo quería ser periodista. Después, con el tiempo que todo lo acomoda, conocí a mucha otra gente que también quería ser periodista. Nos juntamos en los cafés cercanos a la facu, en 44 y 8, en La Plata. A un tiempo conocí a una Madre de la Plaza y fui a un recital de rock nacional. Conocí a una chica que buscaba a su marido desaparecido, un pibe con un porro me dio un beso y un viejito anarquista me habló de Diego Abad de Santillán.Se iba haciendo más claro eso de por qué quería ser periodista. Porque había cosas que alguien tenía que contar. Porque yo quería contarlas. Porque todos queríamos estar ahí para contarlas. Nos sentíamos necesarios, vitales, importantes. Porque cuando la gente supiera esas cosas que nosotros teníamos para contarle, iba a ser menos vulnerable, iba a ser más feliz. La gente. Y yo.Siguió pasando el tiempo, muchos periodistas, algunos son mis mejores amigos. Todos nosotros sabemos que es imposible tener otra profesión. Ponemos cara, pero no entendemos que alguien quiera ser gasista, mucho menos ingeniero hidráulico o técnico dental.Periodistiqueamos de lo lindo, arreglamos todos los mundos todo el tiempo, tenemos fuentes y off de récord, y la locutora y la correctora y el de la agencia y el de prensa.Gacetillero es un insulto y un buen título, un orgasmo. Nos odiamos, nos queremos, nos envidiamos. Sabemos que trabajamos para empresas que muchas veces no tienen nada que ver con nuestros intereses. Y sabemos que a veces trabajamos para cualquiera. Nos justifica vivir en el capitalismo donde nadie elije a su jefe. Vos tampoco, así que no me corras. Aprendimos a defender la dignidad, con subidas y bajadas, como vos, como todos.Muchas veces los dueños de los medios donde trabajamos no entienden nada de periodismo. No es tan grave que no leviten en el cierre, que no se les llene el alma de mística ante una primicia redonda y sonora; lo grave es cuando desprecian nuestra función. Cuando desprecian la libertad, cuando sus negocios son turbios y sólo necesitan de apoyo mediático para sus aventuritas groseras.En Rosario el tipo se llama Eduardo López y varios de los mejores periodistas que conozco vivieron estos años atados a sus caprichos. Historia resumida: el diario La Capital compró a su naciente competencia (no soporta la palabra), El Ciudadano, para vaciarlo. Una vez vacío, se lo dejó a López en un intercambio de favores. Ya no había competencia. Monopolio La Capital triunfaba una vez más. El ciudadano, con destino ceniciento. Así López tuvo su diario. Por negociaditos berretas, menores. Hoy se disipó su poder y el de sus amigos y el diario agoniza pero hay un puñado de los mejores periodistas que conozco que no lo van a dejar caer.El tipo, López, es feo de alma fea, feo de puro desangelado. Es feo de barra brava, de timba sin permiso, de cheques rebotados, de maquiavélicos enjuagues demostrados incluso ante una Justicia que más de una vez se quitó la venda a su pedido, es feo de descontar a sus empleados una plata que nunca puso en el fisco, es feo de lo peor que un puede ser en esta única vida: es feo de violencia y miedo.Sólo con cinismo puro Eduardo López es dueño de un diario que se llama El Ciudadano. Catorce años fue mandamás de Ñuls. Lo echaron a patadas. Les costó sangre, sudor y lágrimas. El nuevo presidente dice que hoy el club es Kosovo. Hay una deuda de 1.454.000 pesos al banco Municipal de Rosario, con categoría incobrable, pero todos saben que eso es nada al lado de la deuda verdadera, incalculable. Hay una denuncia de la Administración Federal de Ingresos Públicos por apropiación indebida de títulos, como presidente del club. Y más denuncias.Es dueño de un diario pero amenazó y le hizo juicio a un periodista –Carlos del Frade- que tuvo el mal gusto de investigarlo. Es dueño de un diario pero amenazó con un te voy a buscar y te voy a encontrar a los de la revista El eslabón, que lo fotografiaron en tribunales.Es dueño de un diario pero nunca, nunca, nunca, será periodista.Menos aún un ciudadano.Los colegas de El Ciudadano de Rosario hoy intentan seguir trabajando de periodistas, porque Eduardo López es una contingencia menor, un manchón de sangre y apriete, un dolor de huevos.Los periodistas sabemos que hay que seguir contando esas cosas de las que nos enteramos. Para ser menos vulnerables. Más felices. Y ciudadanos.

jueves, 8 de enero de 2009

Acuerdo por la continuidad de El Ciudadano


Luego de los hechos acaecidos durante las últimas semanas en las cuales los empleados de El Ciudadano atravesaron situaciones tan límites como el cierre del diario junto a la amenaza de una drástica reducción de personal, se hace saber a los trabajadores de otros medios, a organizaciones gremiales, sociales, de derechos humanos y políticas y a todos aquellos que acompañan los legítimos reclamos y derechos de los trabajadores del diario cuál es la situación actual del conflicto.
Tras una serie de reuniones entre el Sindicato de Prensa Rosario y los delegados del El Ciudadano, por un lado, y los representantes legales de la empresa, por el otro, en el marco de una instancia de diálogo abierta por el Ministerio de Trabajo de la provincia, se avanzó en acuerdos parciales para garantizar la continuidad del diario.
En la última audiencia en el ministerio, se acordó que en parte de pago de los salarios adeudados la empresa cede a los trabajadores los créditos de pautas publicitarias tanto de organismos oficiales como del sector privado.
De este modo, los trabajadores del diario accedieron a abrir un compás de espera y a continuar transitando por un proceso de diálogo en busca de una solución definitiva al conflicto, que garantice la preservación de los 90 puestos de trabajo, el cobro de salarios atrasados y, sobre todo, la posibilidad de continuidad de un medio que contribuye a la imprescindible pluralidad informativa de la ciudad.
Los trabajadores de El Ciudadano se mantienen en asamblea permanente y movilización y agradecen la solidaridad demostrada por los compañeros y compañeras de otros medios, organizaciones gremiales, sociales y políticas y a la opinión pública en general.
Trabajadores de El Ciudadano y la Región
Sindicato de Prensa Rosario
8 de enero de 2009

martes, 6 de enero de 2009

Tiempo de transición o espera


A partir de la última propuesta que Eduardo J. López nos hizo a los trabajadores de El Ciudadano hemos ingresado en una etapa difícil de definir. Puede decirse que es de transición, pero en verdad nadie tiene claro hacia dónde vamos... O puede considerarse también que es de espera, pero tampoco sabemos qué esperamos...En fin, el conflicto está latente (es decir, no desapareció sino que está aparentemente inactivo, pero sólo aparentemente) porque la solución aún no está muy clara.Lo que sí está bien definida es nuestra firme lucha por mantener el diario abierto, y en eso estamos. No tenemos problemas en volver a la calle y pelear como otras tantas veces. Porque El Ciudadano no se cierra. Caiga quien caiga. Fuente: www.elciudadanoresiste.blogspot.com
Ilustración: Robinson Sosa (El Ciudadano 1999), de El Tomi

lunes, 5 de enero de 2009

Propuesta y debate


Eduardo J. López, dueño de El Ciudadano, le acercó este mediodía al Sindicato de Prensa de Rosario una propuesta para lo que, él entiende, puede ser una solución al conflicto laboral por el que atravesamos los trabajadores del diario. Las “solución” ofrecida por López será tratada en asamblea por los compañeros. Fuente: www.elciudadanoresiste.blogspot.com

viernes, 2 de enero de 2009

Por qué sigue saliendo El Ciudadano


El diario El Ciudadano acompaña el despertar de los rosarinos cada mañana desde hace más de diez años. Dado a luz el 7 de octubre de 1998 cobijó en sus páginas las noticias más sobresalientes de esta década y fue vehículo por el que pudieron expresarse las más variadas manifestaciones del quehacer y del pensamiento, inclusive aquellas a las que les costaba encontrar un lugar donde hacerse conocer en los medios de comunicación masiva. Con mejores y peores épocas El Ciudadano nunca estuvo ausente en los acontecimientos de la ciudad y la región y así se ganó un lugar en la consideración social que si no puede medirse por una circulación acotada por propia decisión empresaria se advierte en cambio en el respeto cosechado en todos los ámbitos de la comunidad y el Estado y en la permanente recepción de informaciones que buscan un canal por donde hacerse públicas.Una muestra del amplio consenso alcanzado por el diario lo dio la nutrida presencia de instituciones del campo popular, dirigentes, políticos y gobernantes en el acto realizado el viernes último en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín para reclamar por la continuidad de las ediciones, el pago de los haberes atrasados al personal y el mantenimiento de la fuente laboral como expresión concreta en contra del monopolio informativo y el cercenamiento del derecho de publicar e informarse.Ese acto fue una de las manifestaciones organizadas por el personal de El Ciudadano y la entidad sindical que lo representa, el Sindicato de Prensa Rosario, para exponer públicamente la situación a que ha llevado al diario una dirección empresaria incapaz de seguir sosteniéndolo, que se niega pertinazmente a cumplir con las obligaciones contraídas y dar un paso al costado admitiendo su fracaso y abriendo la posibilidad de una alternativa de continuidad en otras manos o a través de otros mecanismos de gestión.Está claro a esta altura de las circunstancias que el diario El Ciudadano continúa apareciendo por la firme vocación y responsabilidad de sus trabajadores, el aliento de los colegas de otros medios y el apoyo del Sindicato de Prensa Rosario y de la Obra Social de Prensa Rosario, que nunca han abandonado a sus afiliados a pesar de que la empresa editora hace años que no realiza los aportes de cuota sindical y de obra social que le corresponden y que retiene de los mal pagados haberes de sus asalariados.Este compromiso con la continuidad de El Ciudadano es una premisa que presidió la conducta de su personal desde el mismo momento en que el diario comenzó a atravesar circunstancias adversas, primero con el cierre en el año 2000, luego con una reapertura que significó un condicionamiento al desarrollo con la mitad de los trabajadores y el recorte de su ámbito de comercialización tanto en ejemplares como en pauta publicitaria, con la consignación luego a un nuevo gestor empresario, la convocatoria de acreedores a que éste convocó para deshacerse de parte de la deuda que había generado, y la inconducta de pago que siguió a aquella maniobra. Baste decir que los trabajadores, acreedores privilegiados en aquel concurso, a seis años de la sentencia aún no pudieron cobrar sus acreencias y por el contrario fueron sumando nuevos atrasos posconcursales contraviniendo lo que la ley marca al respecto sin lugar a dobles interpretaciones.A los trabajadores de El Ciudadano se les debe, concretamente, el crédito consolidado en el concurso hace seis años, ajustes salariales por aplicación tardía de los acuerdos paritarios o liquidación irregular de aguinaldos, cuotas de anticipo al acuerdo paritario de 2008 oportunamente pactadas, parte del sueldo del mes de octubre con más el aumento de paritaria, el sueldo de noviembre, el sueldo anual complementario (aguinaldo) del segundo semestre de 2008 y, en pocos días más, el sueldo de diciembre.A ello se debe sumar la falta de aportes jubilatorios desde hace años (lo que redunda en el no otorgamiento de recibo oficial de sueldos e impide el acceso al crédito y a la constitución de garantías) y la falta de aportes por el mismo lapso de aportes de cuota sindical y de obra social.A esta situación se debe agregar el malestar que provocan los reiterados anuncios incumplidos de achicamiento de la deuda que se formulan semanalmente y que al presente datan de hace un mes, sumiendo a los trabajadores a la angustia y el padecimiento de no poder afrontar sus obligaciones y hasta poner en grave riesgo el sostén elemental de sus familias.La intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia, organismo ante el cual se vienen documentando sistemática y periódicamente los reiterados incumplimientos patronales, derivó ayer en una nueva promesa de pago de 500 pesos a cada empleado y a cuenta de la deuda acumulada, a hacerse efectiva en sede del ministerio el martes 6 de enero.Ante esta circunstancia los trabajadores de El Ciudadano, por voluntad del conjunto, continúan editando el diario a la espera de que la lucha que vienen sosteniendo y el apoyo que a diario reciben de la sociedad a la que sirven alumbre una posibilidad de dejar para siempre atrás la incertidumbre a que se encuentran sometidos. GraciasUnite al grupoNO AL CIERRE DEL DIARIO "EL CIUDADANO", NO A LOS CIERRE DE MEDIOS