viernes, 2 de enero de 2009

Por qué sigue saliendo El Ciudadano


El diario El Ciudadano acompaña el despertar de los rosarinos cada mañana desde hace más de diez años. Dado a luz el 7 de octubre de 1998 cobijó en sus páginas las noticias más sobresalientes de esta década y fue vehículo por el que pudieron expresarse las más variadas manifestaciones del quehacer y del pensamiento, inclusive aquellas a las que les costaba encontrar un lugar donde hacerse conocer en los medios de comunicación masiva. Con mejores y peores épocas El Ciudadano nunca estuvo ausente en los acontecimientos de la ciudad y la región y así se ganó un lugar en la consideración social que si no puede medirse por una circulación acotada por propia decisión empresaria se advierte en cambio en el respeto cosechado en todos los ámbitos de la comunidad y el Estado y en la permanente recepción de informaciones que buscan un canal por donde hacerse públicas.Una muestra del amplio consenso alcanzado por el diario lo dio la nutrida presencia de instituciones del campo popular, dirigentes, políticos y gobernantes en el acto realizado el viernes último en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín para reclamar por la continuidad de las ediciones, el pago de los haberes atrasados al personal y el mantenimiento de la fuente laboral como expresión concreta en contra del monopolio informativo y el cercenamiento del derecho de publicar e informarse.Ese acto fue una de las manifestaciones organizadas por el personal de El Ciudadano y la entidad sindical que lo representa, el Sindicato de Prensa Rosario, para exponer públicamente la situación a que ha llevado al diario una dirección empresaria incapaz de seguir sosteniéndolo, que se niega pertinazmente a cumplir con las obligaciones contraídas y dar un paso al costado admitiendo su fracaso y abriendo la posibilidad de una alternativa de continuidad en otras manos o a través de otros mecanismos de gestión.Está claro a esta altura de las circunstancias que el diario El Ciudadano continúa apareciendo por la firme vocación y responsabilidad de sus trabajadores, el aliento de los colegas de otros medios y el apoyo del Sindicato de Prensa Rosario y de la Obra Social de Prensa Rosario, que nunca han abandonado a sus afiliados a pesar de que la empresa editora hace años que no realiza los aportes de cuota sindical y de obra social que le corresponden y que retiene de los mal pagados haberes de sus asalariados.Este compromiso con la continuidad de El Ciudadano es una premisa que presidió la conducta de su personal desde el mismo momento en que el diario comenzó a atravesar circunstancias adversas, primero con el cierre en el año 2000, luego con una reapertura que significó un condicionamiento al desarrollo con la mitad de los trabajadores y el recorte de su ámbito de comercialización tanto en ejemplares como en pauta publicitaria, con la consignación luego a un nuevo gestor empresario, la convocatoria de acreedores a que éste convocó para deshacerse de parte de la deuda que había generado, y la inconducta de pago que siguió a aquella maniobra. Baste decir que los trabajadores, acreedores privilegiados en aquel concurso, a seis años de la sentencia aún no pudieron cobrar sus acreencias y por el contrario fueron sumando nuevos atrasos posconcursales contraviniendo lo que la ley marca al respecto sin lugar a dobles interpretaciones.A los trabajadores de El Ciudadano se les debe, concretamente, el crédito consolidado en el concurso hace seis años, ajustes salariales por aplicación tardía de los acuerdos paritarios o liquidación irregular de aguinaldos, cuotas de anticipo al acuerdo paritario de 2008 oportunamente pactadas, parte del sueldo del mes de octubre con más el aumento de paritaria, el sueldo de noviembre, el sueldo anual complementario (aguinaldo) del segundo semestre de 2008 y, en pocos días más, el sueldo de diciembre.A ello se debe sumar la falta de aportes jubilatorios desde hace años (lo que redunda en el no otorgamiento de recibo oficial de sueldos e impide el acceso al crédito y a la constitución de garantías) y la falta de aportes por el mismo lapso de aportes de cuota sindical y de obra social.A esta situación se debe agregar el malestar que provocan los reiterados anuncios incumplidos de achicamiento de la deuda que se formulan semanalmente y que al presente datan de hace un mes, sumiendo a los trabajadores a la angustia y el padecimiento de no poder afrontar sus obligaciones y hasta poner en grave riesgo el sostén elemental de sus familias.La intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia, organismo ante el cual se vienen documentando sistemática y periódicamente los reiterados incumplimientos patronales, derivó ayer en una nueva promesa de pago de 500 pesos a cada empleado y a cuenta de la deuda acumulada, a hacerse efectiva en sede del ministerio el martes 6 de enero.Ante esta circunstancia los trabajadores de El Ciudadano, por voluntad del conjunto, continúan editando el diario a la espera de que la lucha que vienen sosteniendo y el apoyo que a diario reciben de la sociedad a la que sirven alumbre una posibilidad de dejar para siempre atrás la incertidumbre a que se encuentran sometidos. GraciasUnite al grupoNO AL CIERRE DEL DIARIO "EL CIUDADANO", NO A LOS CIERRE DE MEDIOS