miércoles, 5 de septiembre de 2007

En Chapa








Alineados a lo largo del cordón una docena de discos de arado convertidos en útiles de asador y otros elementos de hierro se disponen sobre la vereda. Unos metros más allá, el hombre que los construye arregla un viejo tractor rojo con la pintura deslucida y negras manchas de aceite, y otro —¿el dueño del tractor?— con aspecto de hombre de campo lo espera apoyado en el guardabarros. Estamos en calle Mendoza, al borde de la circunvalación, y los elementos que se ofrecen a nuestra mirada, así como la tarea que se lleva a cabo en estos momentos, pertenecen a una zona de deslinde, convocan otras imágenes: tareas agrarias, pueblos, patios de tierra, gallinas. También es posible que tales imágenes ni siquiera existan en sus lugares de origen, pero este espacio donde la ciudad se abre las recuerda, y quizá por ese carácter ajeno, con mayor énfasis.